Desde las actitudes prejuiciosas hacia las minorías raciales, étnicas y religiosas, pasando por las amenazas verbales y las agresiones físicas, la crisis del coronavirus ha exacerbado la discriminación interpersonal e individual en innumerables contextos.
La sharía no debería ser un término que asuste, pero gracias a la narrativa islamófoba mantenida sobre el islam durante décadas y a la falta de información, lo es.
Hace dos años, cuando Nabra caminaba a su casa desde su mezquita local después de las oraciones nocturnas durante el Ramadán, fue secuestrada, violada y luego golpeada hasta la muerte con un bate de béisbol.