Desde las actitudes prejuiciosas hacia las minorías raciales, étnicas y religiosas, pasando por las amenazas verbales y las agresiones físicas, la crisis del coronavirus ha exacerbado la discriminación interpersonal e individual en innumerables contextos.
El colectivo de organizaciones de la sociedad civil presentó 11 acciones públicas para responder a la crisis, proteger a las comunidades musulmanas y abordar las manifestaciones estructurales de la islamofobia en Europa.
Con este documento pretendemos visibilizar el coste humano y social que conlleva cada una de estas masacres, así como recordar y nunca olvidar.
Al compartir la misma opinión y la misma pasión anti femenina y anti islámica con ese sector culturalista rancio del islam, lo que hacen, de hecho, es apoyar firmemente a ese “islam” que les conviene.
Si nos centramos en desmontar prejuicios, podemos quedarnos atrapadas en un bucle reaccionario y defensivo, enredarnos en eslóganes en vez de responder a los matices y su complejidad.
Entre las novedades que nos trae 2020 tendremos dos personajes musulmanes que repiten (tripiten, en realidad) en sus series. Ambas son mujeres, adolescentes y protagonistas de historias corales.
Resumen de datos, a 3 de enero de 2020, derivados de la monitorización no exhaustiva de incidentes islamófobos dirigidos contra la población musulmana, o percibida como tal, en el Estado español durante 2019.
El pasado 11 de octubre, celebramos el evento y taller informativo junto con la Organización para el Diálogo y la Participación (ONDA), así como con la participación de dos miembros de la Unidad de la Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid.
La sharía no debería ser un término que asuste, pero gracias a la narrativa islamófoba mantenida sobre el islam durante décadas y a la falta de información, lo es.
Hace dos años, cuando Nabra caminaba a su casa desde su mezquita local después de las oraciones nocturnas durante el Ramadán, fue secuestrada, violada y luego golpeada hasta la muerte con un bate de béisbol.