En nuestro caso, el de los musulmanes y las musulmanas, los objetivos geopolíticos parecen primar sobre los derechos civiles y humanos.
El EIR2019 nos da una panorámica y unos patrones que muestran la dinámica subyacente que apoya directa o indirectamente el aumento del racismo antimusulmán en Europa.
Sin embargo, esa sensibilización no sirve de nada cuando nuestro gobierno no es capaz de reconocer a una comunidad compuesta por dos millones de personas musulmanas en el Estado español.
Ha pasado que los perpetradores no se corresponden con el enemigo construido ni estudiado, a pesar de nuestras innumerables advertencias.
Un gran ejemplo de generador de contenidos audiovisuales y multicanal difusor de esa red de la islamofobia es el Middle East Media Research Institute (MEMRI).